El viernes hicimos el último taller dedicado a nuestro proyecto de la Prehistoria aprovechando los fósiles que las familias nos habían prestado.
En el aula de 3 años, apareció una caja misteriosa, ¿qué puede haber ahí?
Tras una lluvia de ideas, comenzamos investigando de uno en uno y con mucho cuidadito...
... pero rápido nos animamos y cuando encontramos todos los fósiles ¡empezó la fiesta!
Había fósiles de helechos y también de un amonite, parecía un caracol ¡qué bonito!
Después de buscar información en el ordenador y ver un vídeo de cómo se forman los fósiles, decidimos crear los nuestros propios utilizando pasta de moldear y elementos como hojas y conchas para simular los que habíamos encontrado.
Aprendimos una nueva palabra un poco difícil de pronunciar: Arqueólogo.
Y la profe nos dio nuestro propio carnet donde ya comenzamos a escribir nuestro nombre.
¡Después de este taller somos unos arqueólogos de primera!
Una vez más marchamos a casa satisfechos con nuestro trabajo donde, además, nos hemos divertido un montón.
Con nuestro carné de arqueólogos, intentamos "descubrir" como hacer un fósil de hojas y conchas.
Aunque aprendimos que los fósiles pueden ser también de animales, por lo que, poniendo en práctica lo que nos enseñó el Sr. Google sobre cómo se produce un fósil:
Elegimos nuestro animal, lo enterramos sobre muchas capas de arena y lo aplastamos bien para que se formara el fósil.
Tras miles y miles de años, (que a nosotros solo nos parecieron unos segundos), los desenterramos con mucho cuidado como hacen los buenos arqueólogos.
Finalmente probamos como podían ser los fósiles de nuestros animales de la clase
¡Qué casualidad! También en el aula de 5 años apareció otra caja misteriosa y buscando, buscando, el clan de los Cavernícolas encontró unas piedras con "dibujos aplastados". Como ya sabíamos que las personas encargadas de buscar piedras y restos antiguos eran los Arqueólogos, nos convertimos este último día en ellos.
Como seguimos siendo muy curiosos y siempre tenemos a nuestro amigo Google, descubrimos que las piedras eran FÓSILES, cómo se formaban y que había fósiles de plantas y de animales. ¿Cómo haríamos nuestros propios fósiles? Manos a la obra y con pasta de modelar, presionamos y formamos fósiles de helechos, con plastilina de conchas y frotamos con el lápiz y papel sobre los auténticos.
Por último fechar y nombrar los restos, para clasificarlos y que formen parte de nuestro museo particular prehistórico. Así de reales quedaron nuestros fósiles de recuerdo. ¡También nos hemos ganado merecidamente nuestro carnet de Arqueólogos!
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